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Las colecciones Selección de objetos Linterna mágica

Espejo y calavera. Escenografía para fantasmagorías

Fabricante desconocido
Cronología Ca. 1830
Registro 01875

Estos dos elementos probablemente formaban parte de la ambientación de un espectáculo de fantasmagoría. Estos espectáculos fueron desarrollados y popularizados por Robertson a finales del siglo XVIII, a partir de unas representaciones similares anteriores de Paul Philidor, menos evolucionadas y sofisticadas. De hecho, fue Paul Philidor, mago y autoproclamado el máximo exponente de la magia ocultista, quien acuñó el término fantasmagoría para definir los espectáculos visuales que hacían aparecer espectros, monstruos, fantasmas, difuntos, demonios y todo tipo de imágenes paranormales. Robertson hizo evolucionar técnicamente este espectáculo en sus representaciones en París a partir de 1798, sobre todo gracias a las nuevas técnicas de proyección y a una escenografía muy cuidada, con elementos multisensoriales que ayudaban a crear una atmósfera irreal, gótica, y que contribuían al éxito de la experiencia de la fantasmagoría. El espacio del público, totalmente a oscuras y pintado de negro, efectos de sonido y de luz tenebrosos, proyecciones sobre humo, olor a incienso, efectos de sombras, imágenes de fantasmas deambulando entre el público, etc. son algunos de los elementos de esta escenografía. Este espejo y esta calavera seguramente formaban parte del conjunto ambiental de un espectáculo de fantasmagoría. En el espejo, cuando se iluminaba por la parte trasera, aparecía la imagen terrible de la cabeza de un demonio rodeado de serpientes (como la cabeza de Medusa de la mitología griega) y la calavera incorporaba en su interior una lámpara que iluminaba las cuencas de los ojos y la boca.

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